jueves, 24 de febrero de 2011


© domarbel. 2011


En el encuentro
sólo la mano que va destapando su destino
el zumbido que gimotea semilla tras semilla
la colina que no quiere correr
tras la niña mudada en árbol
que muda en vela
que muda en suspiro
que muda en murmullo...



3 comentarios:

M dijo...

Luciérnagas en la cálida noche, estrellas alrededor de otro sol, pinceladas maestras sobre el pergamino

Anónimo dijo...

Gracias por tu comentario, me fascinan esas estrellas y ese pergamino que deja vislumbrar cierta luz.
Un beso.

M dijo...

Ese encuentro golpea a la niña tan profundamente que le hace perder la conciencia de sí misma para fundirse con el Todo. El ego se diluye en el árbol cuyas hojas susurran con el murmullo del viento.
Bss.