domingo, 21 de agosto de 2011



© domarbel. 2011


Yo era el castillo inexpugnable
Y tú mi trenza dorada,
la escala por la que ascendía
la sombra moviéndose hasta el infinito
atisbando la paz del momento

Es la vida
y tu mano me da calor

2 comentarios:

mgab. dijo...

creo que conozco ese ambiente de luces fugaces, volvi a pasearlo ayer. pero ya se habían llevado todas las maravillas de Castle, qué pena...

Anónimo dijo...

Efectivamente, me pareció un universo tan maravilloso, que pena que ya se hayan llevado a Castle, besos...