viernes, 19 de septiembre de 2008


© domarbel. 2008

Me ha dicho el susurro de la arena
que aquella piedra inmaculada, 
festín destapado de burbujas,
quiere una camisa, un bolsillo
y el cordón de tus zapatos
oliendo el deseo salado
de unos cangrejos huérfanos


1 comentario:

Anónimo dijo...

Especial Ana, este poema me ha hecho vibrar algo dentro de mi...y la foto fantástica, sencilla, pero con tantas cosas que decir... aunque si consigues mirarla sin esperar ver nada, te llega una sutil e inmensa calma...
Gracias por esa pincela de mar salada..
Juditi.